El futuro a la Vuelta de la Esquina

En cierta ocasión escuche una historia de amor de una señora que conoció a su esposo en un viaje en autobús, ambos eran de diferentes países, y que su romance se fue formando por el intercambio de cartas que tardaban en llegar a su destinatario, para muchos eso es romántico para otras quizás resulte demasiado tedioso por la pérdida de tiempo. Quizás esas historias de amor, o de amistad inclusive de negocios hoy en día son muy diferentes, con la inclusión de las tecnologías a nuestras vidas, esto vino a revolucionar completamente la forma en la que nos relacionamos socialmente.

Esta cibercultura que predomina en nuestros medio ha venido a traer una amplia gama de debates sobre su uso. Muchos están a favor, sin embargo hay otro grupo que se resiste a esto. Quizás uno de los temas más debatidos sobre este tema tan amplio sea la despersonalización de las sociedades actualmente producto de los medio de comunicación y de las tecnologías. Sin embargo este fenómeno varía mucho de país o de región. Es difícil hablar de una despersonalización cuando la misma personalidad de un individuo no permanece intacta con el pasar de los años, lo mismo sucede con las sociedades, las exigencias actuales van formando un nuevo enfoque de la personalidad de determinada sociedad, no obstante se debe mantener el equilibro para no perder la esencia de cada cultura. Para Castells la práctica difundida del surfing para la audiencia nos introduce a la creación de un propio mosaico visual. Así que no le tengamos miedo a este nuevo mosaico tecnológico-cultural.

En los inicios de esta era los seres humanos eran simples espectadores de esta ola de información, creando una relación vertical, sin embargo con el surgimiento del internet, este rol ha sufrido un cambio transcendental. El intercambio de información y de experiencias se ha hecho mucho más grande, la creación de elementos audiovisuales no solo está reservado a las empresas televisivas, en la actualidad los espectadores también pueden ser autores.

Quizás las cartas y las historias de amor que muchos de nuestros abuelos nos cuentan hoy sean parte de un pasado, sin embargo en algún momento fueron un gran adelanto en su época. Quizás en un par de años cuando hablemos a nuestros nietos de cómo nos comunicábamos cuando éramos jóvenes sea en ese instante parte de un pasado, porque el futuro está a la vuelta de la esquina.